Guarda griega

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miércoles, 29 de enero de 2014

Orión, un héroe griego venido a menos

Según Robin Hard, Orión en épocas arcaicas fue un héroe de primer orden, pero con el tiempo su mito decayó y fue ampliamente superado en fama e importancia por héroes como Perseo y Heracles.

Existen al menos dos versiones de su nacimiento. Según una nació en Creta, hijo de Poseidón y Euríale, que era hija de Minos. De su padre recibió el don de poder caminar sobre la superficie del mar.

Según la otra versión, nació de la tierra. Hirieo un pobre apicultor y labrador viudo, que ya estaba viejo e impotente, y no tenía hijos, una vez recibió en su casa a Zeus y Hermes, que fueron disfrazados, y los atendió muy bien. Ellos quisieron agradecer su hospitalidad y le preguntaron cuál era el deseo que le hubiera gustado más que se cumpliese. Hirieo dijo que su mayor deseo era tener un hijo. Entonces los dioses le recomenaron que sacrificara un toro, orinara en su cuero y luego lo enterrara en la tumba de su esposa. Al cabo de nueve meses un niño brotó de la tierra. Hirieo lo llamó Urión, palabra que según Robin Hard derivaría del verbo griego que aludía tanto a la acción de eyacular como a la de orinar, y según Robert Graves quiere decir "el que orina". Aunque sería más razonable que quisiera decir "el orinado". Luego, por delicadeza, le hicieron un pequeño cambio a su nombre.

Orión era un gigante. Homero dice que fue el más hermoso de los mortales. También era un gran cazador. Se casó con Side, que estaba tan orgullosa de su hermosura que dijo ser más hermosa que Hera. La diosa castigó su vanidad enviándola aún joven al mundo de los muertos; una forma de decir que la mató.

El siguiente episodio importante de la historia de Orión se desarrolló en la isla de Quíos. A Quíos había llegado Enopión, hijo de Dionisio y Ariadna, procedente de Naxos, y se había convertido en su rey. Quíos era famosa por su vino y se decía que Enopión había introducido en ella la vinicultura, e incluso que en esa isla habían sido los primeros en producir vino tinto, habiendo sido su maestro el propio Dionisio. Orión llegó a Quíos y se enamoró de Mérope, hija del rey Enopión y por lo tanto nieta de Dionisio.  Enopión puso como condición para darle su mano, que Orión limpiara el lugar de las bestias salvajes que amenazaban a los pobladores. Entonces Orión recurrió a sus dotes de cazador. Todas las noches le llevaba a Mérope las pieles de los animales que mataba. Cuando la isla quedó libre de la amenaza, Orión reclamó el pago por sus trabajos, pero Enopión recurrió a ciertos rumores para no cumplir su promesa. Dijo que había recibido informes de que todavía había leones y lobos en algunos lugares. Según parece Enopión no quería que Mérope se casara con Orión porque él mismo estaba enamorado de su hija. Orión se disgustó mucho por eso y bebió un pellejo de vino. Y embriagado entró al dormitorio de Mérope y la violó. Al enterarse de eso Enopión embriagó a Orión, le arrancó los ojos y lo abandonó en la playa. Un oráculo le dijo a Orión que recuperaría los ojos si viajaba hacia el este y miraba al sol en el punto exacto en que se levanta todas las mañanas. Entonces Orión consiguió una pequeña embarcación y remó hacia la isla de Lemnos, donde tiene su taller Hefesto. Para llegar hasta allí se orientó por el ruido de los golpes del martillo de un cíclope.

Según otra versión, Orión no viajó hacia la isla de Lemnos en barco, sino que lo hizo caminando, haciendo uso del poder que le había otorgado su padre Poseidón. Aquí Orión vagó desesperado y a ciegas por el mar Egeo. En Lemnos encontró al taller de Hefesto. El dios, compadecido de Orión, le facilitó a su asistente Cedalión como guía. Orión lo cargó sobre sus hombros y fue caminando por el mar, llevando a Cedalión que lo orientaba, a cuestas. Así llegaron al punto donde sale el sol, Orión miró sus rayos en el momento en que iniciaba su viaje por el cielo y recuperó sus ojos, y volvió a ver. Orión volvió entonces a Quíos para vengarse de Enopión, pero no lo halló porque este se había escondido en una cámara subterránea que le había construido su pueblo o Hefesto para protegerlo de las amenazas.

A continuación Orión fue raptado por Eos, la aurora, hermana de Helio, enamorada de él. Se lo llevó a la isla de Delos y yació con él.

A Orión lo mató Ártemis, pero no hay consenso sobre la forma y las circunstancias. Según una versión por haber tratado de violar a Opis, una de sus sacerdotisas vírgenes.  O porque los dioses rechazaban las relaciones sexuales entre diosas y hombres mortales. Según otra versión Orión trató de violar a la propia Ártemis, que se defendió enviando contra él un escorpión que lo picó en el talón. En recompensa a sus servicios, Ártemis colocó al escorpión en los cielos. Es la constelación de Cáncer, que persigue eternamente a la constelación de Orión.

En una de las tantas versiones sobre la muerte de Orión, el escorpión es un animal gigante e invulnerable que Gea, la madre tierra, envia contra él, al que no pueden hacer daño las flechas ni la espada de Orión, quien después de atacarlo inútilmente debe huir por el mar.

 Ilustración: "Orión, el cazador, en el cielo". Acrílico en papel de 50 x 35 centímetros. Por Omar Caíno.

Fuentes:
Robert Graves, Los mitos griegos
Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana
Robin Hard, El gran libro de la mitología griega


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