Guarda griega

Guarda griega

miércoles, 15 de enero de 2014

La transformación de Glauco y la hierba mágica



Glauco es una divinidad menor del mar. Era un humilde pescador nacido como mortal y que vivía en la ciudad de Antedón, en la costa de Beocia. Una vez, mientras preparaba sus aparejos para la pesca, se dio cuenta de que los pescados que tenía en una cesta, cuando los ponía sobre cierta hierba que crecía en la tierra, revivían. Entonces arrancó un poco de la hierba y la masticó para descubrir sus propiedades. Acto seguido se transformó en un ser con hombros con nuevo desarrollo, una poderosa cola de pez, y cuerpo y barba verdes. Esquilo escribió una obra sobre Glauco que se perdió. La transformación tuvo lugar en el norte de Eubea y Glauco, además de los cambios físicos, recibió el don profético. Virgilio dice que fue el padre de la Sibila de Cumas. Según el Orestes de Eurípide, Glauco  se hizo presente a Menelao, de regreso de Troya, cuando doblaba el cabo Malea, y lo informó sobre la muerte de Agamenón. También acompañó al Argos, la nave de Jasón, en busca del vellocino de oro. Glauco tuvo amores no correspondidos con Escila y Ariadna. En este último caso, cuando tiempo después Dionisio fue a buscar a Ariadna para hacerla su esposa, el dios agregó a Glauco a su cortejo, lo que suena a triste privilegio. Se dice que es un dios de renombre por sus aventuras amorosas, del que estuvo enamorado la maga Circe. Tiene su hogar debajo del agua frente a la isla de Delos, y cada año visita los distintos puertos e islas griegas, y pronuncia oráculos, los que son muy apreciados por los pescadores y la gente de mar, cuyas vidas dependen dramáticamente de los azares e imprevistos de las aguas y del clima. 

Fuentes:
Robin Hard: El gran libro de la mitología griega
Pierre Grimal: Diccionario de la mitología griega y romana 
Robert Graves: Los mitos griegos

No hay comentarios:

Publicar un comentario