Guarda griega

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sábado, 21 de diciembre de 2013

Pélope, Enómao y los Juegos Olímpicos



Enómao, hijo del Dios Ares, era rey de Pisa, frente a Olimpia, en el Peloponeso. Tenía una hija muy hermosa llamada Hipodamía. Para que ella no se casara, por estar enamorado de Hipodamía, o porque un oráculo le había revelado que sería asesinado por su yerno, antes de conseguir su mano los pretendientes debían sostener con él una larga carrera de carros, de dos o cuatro caballos según las distintas versiones, desde Pisa hasta el altar de Poseidón que se halla en el Istmo de Corinto. Si ganaban obtenían a Hipodamía. Si perdían, también perdían la vida. Enómao contaba para la carrera con caballos engendrados por el viento, regalados por Ares, que eran los más rápidos de Grecia. Le daba a los pretendientes una ventaja de media hora mientras sacrificaba un cordero en el altar de Zeus Marcial, en Olimpia. Los pretendientes debían llevar en el carro a Hipodamía. Cuando Enómao los alcanzaba les disparaba una flecha por la espalda o los atravesaba con su lanza. Así había matado a doce o trece pretendientes, cuyas cabezas y miembros cortados colgaban de la puerta de su palacio o de los pilares del templo de Ares o de Poseidón. Y sus troncos eran brutalmente apilados sobre la tierra. Los dioses del Olimpo habían decidido poner fin a los crímenes de Enómao, que había dicho alguna vez que llegaría el día en que construiría un templo formado por cráneos.

Pélope, era hijo de Tántalo, un rey de Asia Menor. Fue quien le dio el nombre al Peloponeso. Había emigrado de su patria debido a la guerra del rey Ilo contra su padre. En Grecia se enamoró de Hipodamía. Para correr la carrera que Enómao exigía, le pidió a su antiguo amante, el Dios Poseidón, que lo ayudara. Poseidón le dio un carro de oro y caballos incansables e inmortales (el carro o los caballos eran alados). Pélope probó el carro conduciéndolo exitósamente sobre el mar Egeo (aunque murió de vértigo su auriga). Pero cuando fue al palacio de Enómao y vio las cabezas de los pretendientes se arrepintió de su osadía y sobornó al auriga de Enómao, llamado Mirtilo, ofreciéndole que si él ganaba le daría la mitad del reino y la primera noche con Hipodamía. También, según algunas versiones, Hipodamía sobornó a Mirtilo, quien debilitó los extremos de los ejes que sobresalían de las ruedas del carro de Enómao. De ese modo, durante la carrera el carro colapsó, Enómao quedó atrapado en sus restos, y los caballos lo arrastraron hasta que murió. Pélope a su vez asesinó a Mirtilo, según algunas versiones para no pagarle lo que le había prometido. Otras versiones sostienen que Pélope ganó la carrera sólo gracias a los caballos de Poseidón y que fue él quien mató a Enómao. O que Enómao se suicidó debido a la desesperación. También se dice que la carrera se corrió en el hipódromo de Olimpia.

Se dice que Pélope fue el fundador de los juegos olímpicos, que luego cayeron en desuso y para resurgir debieron esperar a que les volviera a dar vida Heracles (Hércules) en honor a Pélope. Además se dice que el origen de estos juegos fueron los juegos fúnebres en honor a Enómao, o sea, razono yo, autor del blog, se podría rastraer según esta idea, los orígenes de los juegos olímpicos en la criminal competencia de Enómao y los pretendientes de Hipodamía. 

Una hija de Enómao, Alcipe, se casó con Eveno, que para ahuyentar a los pretendientes de su hija Marpesa y mantenerla virgen, aplicaba un método similar al de su suegro. Esa historia se relata en este mismo blog.


Fuentes:
Robert Graves: "Los mitos griegos".
Pierre Grimal: "Diccionario de mitología griega y romana".
Robin Hard: "El gran libro de la mitología griega".



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