Enómao, hijo del Dios Ares, era
rey de Pisa, frente a Olimpia, en el Peloponeso. Tenía una hija muy hermosa llamada
Hipodamía. Para que ella no se casara, por estar enamorado de Hipodamía, o porque un
oráculo le había revelado que sería asesinado por su yerno, antes de conseguir su mano los pretendientes debían sostener con él una larga carrera de carros,
de dos o cuatro caballos según las distintas versiones, desde Pisa hasta el altar de Poseidón que se halla en el Istmo de Corinto. Si
ganaban obtenían a Hipodamía. Si perdían, también perdían la vida. Enómao
contaba para la carrera con caballos engendrados por el viento, regalados por Ares, que eran los más rápidos de Grecia. Le daba a
los pretendientes una ventaja de media hora mientras sacrificaba un cordero en
el altar de Zeus Marcial, en Olimpia. Los pretendientes debían llevar en el carro a Hipodamía. Cuando Enómao los alcanzaba les disparaba una
flecha por la espalda o los atravesaba con su lanza. Así había matado a doce o trece
pretendientes, cuyas cabezas y miembros cortados colgaban de la puerta de su
palacio o de los pilares del templo de Ares o de Poseidón. Y sus troncos eran
brutalmente apilados sobre la tierra. Los dioses del Olimpo habían decidido
poner fin a los crímenes de Enómao, que había dicho alguna vez que llegaría el
día en que construiría un templo formado por cráneos.
Pélope,
era hijo de Tántalo, un rey de Asia Menor. Fue quien le dio el nombre al Peloponeso. Había emigrado
de su patria debido a la guerra del rey Ilo contra su padre. En Grecia se enamoró de Hipodamía. Para correr la carrera que Enómao exigía, le pidió a su antiguo
amante, el Dios Poseidón, que lo ayudara. Poseidón le dio un carro de oro y caballos incansables e inmortales (el carro o los caballos eran alados). Pélope probó el carro conduciéndolo exitósamente sobre
el mar Egeo (aunque murió de vértigo su auriga). Pero cuando fue al palacio de Enómao y vio las cabezas de los
pretendientes se arrepintió de su osadía y sobornó al auriga de Enómao, llamado
Mirtilo, ofreciéndole que si él ganaba le daría la mitad del reino y la primera noche con
Hipodamía. También, según algunas versiones, Hipodamía sobornó a Mirtilo, quien debilitó
los extremos de los ejes que sobresalían de las ruedas del carro de Enómao. De ese modo, durante la carrera el carro
colapsó, Enómao quedó atrapado en sus restos, y los caballos lo arrastraron
hasta que murió. Pélope a su vez asesinó a Mirtilo, según algunas versiones para no pagarle lo que le había prometido. Otras versiones sostienen que Pélope ganó la carrera sólo
gracias a los caballos de Poseidón y que fue él quien mató a
Enómao. O que Enómao se suicidó debido a la desesperación. También se dice que
la carrera se corrió en el hipódromo de Olimpia.
Se dice que
Pélope fue el fundador de los juegos olímpicos, que luego cayeron en desuso y para resurgir debieron esperar a que les volviera a dar vida Heracles (Hércules) en honor a Pélope. Además se dice que el
origen de estos juegos fueron los juegos fúnebres en honor a Enómao, o sea, razono yo, autor del blog, se podría rastraer según esta idea, los orígenes de los juegos olímpicos en la criminal competencia de Enómao y los pretendientes de Hipodamía.
Una hija de Enómao, Alcipe, se casó con Eveno, que para ahuyentar a los pretendientes de su hija Marpesa y mantenerla virgen, aplicaba un método similar al de su suegro. Esa historia se relata en este mismo blog.
Una hija de Enómao, Alcipe, se casó con Eveno, que para ahuyentar a los pretendientes de su hija Marpesa y mantenerla virgen, aplicaba un método similar al de su suegro. Esa historia se relata en este mismo blog.
Fuentes:
Robert Graves: "Los mitos griegos".
Pierre Grimal: "Diccionario de mitología griega y romana".
Robin Hard: "El gran libro de la mitología griega".
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