De acuerdo con un mito muy extraño procedente de la argólide, el dios Dionisio atacó la ciudad de Argos en tiempos de Perseo desde las islas del mar Egeo, con un ejército de mujeres llamadas las Mujeres del Mar. Perseo defendió la ciudad, mató la mayor parte de las atacantes y venció. Los cuerpos de esas mujeres fueron enterrados en una fosa común que aún podía localizarse en tiempos históricos.
Según otra versión de la misma historia, durante la batalla, Perseo incluso ahogó a Dionisio en el lago de Lerna, que se decía no tenía fondo. A partir de ese momento el dios terminó su vida terrena y vivió sólo en el Olimpo, reconciliado con Hera. Recuérdese que Hera había sido responsable de la muerte de la madre de Dionisio, llamada Sémele.
En ese mismo combate por la defensa de Argos, Perseo habría matado a Ariadna, la esposa de Dionisio, la que había ayudado a Teseo contra el Minotauro, y que Teseo abandonó en una isla.
Según otro relato, después de la guerra, Perseo y Dionisio se reconciliaron gracias a la mediación de Hermes.
Según otra versión de la misma historia, durante la batalla, Perseo incluso ahogó a Dionisio en el lago de Lerna, que se decía no tenía fondo. A partir de ese momento el dios terminó su vida terrena y vivió sólo en el Olimpo, reconciliado con Hera. Recuérdese que Hera había sido responsable de la muerte de la madre de Dionisio, llamada Sémele.
En ese mismo combate por la defensa de Argos, Perseo habría matado a Ariadna, la esposa de Dionisio, la que había ayudado a Teseo contra el Minotauro, y que Teseo abandonó en una isla.
Según otro relato, después de la guerra, Perseo y Dionisio se reconciliaron gracias a la mediación de Hermes.
Fuentes:
Robin Hard, "El gran libro de la mitología griega".
Pierre Grimal, "Diccionario de mitología griega y romana".
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