Robert
Graves cuenta en "Los mitos griegos"
que Marpesa era hija de Eveno, un rey de Etolia (1) y de Alcipe. Para que Marpesa no se casara y se mantuviera
virgen, Eveno retaba a sus pretendientes a correr con él una carrera de
carros. Las corría individualmente con cada uno. Si el pretendiente vencía, ganaba el derecho a casarse con Marpesa, si perdía Eveno le cortaba
la cabeza. Las carreras las corría con los pretendientes por turnos. Graves
dice que pronto hubo muchas cabezas de pretendientes de Marpesa clavadas en las paredes de la residencia de Eveno. El
dios Apolo se enamoró de la hija de Eveno y estaba en desacuerdo con esa competencia
establecida por el rey, a la que consideraba salvaje. Había decidido poner fin a
ella venciéndolo en una carrera. Pero también Idas se había enamorado de Marpesa, quien era hijo de Afareo, rey de Mesene, y de Arene (2). Idas le pidió a
Poseidón, su verdadero padre, un carro alado. Adelantándose a Apolo fue a Etolia y raptó a Marpesa
"de entre un grupo de bailarinas". Eveno lo persiguió, pero no pudo
alcanzarlo. Fue tanta la desazón que sintió el rey de Etolia al darse cuenta de que había
perdido a su hija Marpesa, que Eveno mató a sus caballos y se suicidó ahogándose en el
río Licormas, que a partir de ese momento se llama Eveno. Apolo quiso quitarle a Idas la muchacha.
Lucharon pero Zeus los separó y decidió que Marpesa decidiera con quién quería
quedarse. Ella eligió a Idas, que era mortal, porque sabía que el dios Apolo abandonaba a sus amadas cuando ellas envejecían.
(1) Eveno
era hijo de Ares, el dios de la guerra, y de Demonice.
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