Durante el
regreso de Jasón y los argonautas a Grecia, ya con Medea a bordo y casada con Jasón, mientras navegaban por el mar
Mediterráneo, cerca de Sicilia, un viento norte muy fuerte los empujó durante
nueve días hacia la costa de África, y una gran ola arrastró al Argo al interior
de Libia. Al retirarse la ola se encontraron con que los había dejado varados en la tierra, en medio de un
desierto inanimado. Los argonautas sintieron entonces que iban a morir, pero
mientras dormía, en su sueño una diosa local le dio ánimos a Jasón. Impulsado por esa confianza montaron el Argo sobre rodillos y lo empujaron por el desierto, a lo largo de
varios kilómetros, hacia el lago Tritonis, labor que les insumió doce días. Los
argonautas habrían muerto de sed de no haber hallado un manantial que había
hecho surgir del suelo recientemente Heracles, que había pasado por allí para
dar cumplimiento a uno de sus doce trabajos.
En el
transcurso de su estancia en Libia dos argonautas murieron. A Canto lo mató un
pastor porque quiso robarle una oveja. Los compañeros de Canto lo vengaron. Y
Mopso, uno de los adivinos que llevó Jasón a su aventura, pisó una serpiente.
En Libia eran comunes las serpientes, según se decía, porque Perseo había
pasado por allí llevando la cabeza cortada de la Medusa, y las gotas de su
sangre que habían caído en la tierra les habían dado origen.
Al término de los doce días los
argonautas botaron el Argos en el lago de agua salada Tritonis, navegaron por
él, pero no encontraban salida y no sabían cómo volver al mar. Antes de salir
de Grecia, Jasón había visitado el oráculo de Delfos y la pitonisa le había dado dos
trípodes de bronce macizo. Los trípodes eran objetos sobre los que la pitonisa
se sentaba para emitir los oráculos. El argonauta Orfeo aconsejó entonces a Jasón
que utilizara uno de los trípodes para
propiciar a los dioses locales. Así lo hizo y se les apareció Tritón, un dios
marino, que también se considera el dios de ese lago. Se les apareció bajo el aspecto de
Eurípilo. Dio un puñado de tierra al argonauta Eufemo como un presagio de la
ida de sus descendientes a Cirenaica (Libia) y señaló a los griegos el río
Tacape, por el que debían tomar para llegar al Mediterráneo. En el agua Tritón arrastró al Argo tirándolo de la quilla hasta que alcazaron el mar.
Fuentes:
Robert Graves, Los mitos griegos
Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana
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